Clemátide - Clematis vitalba
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Venenosa
Antiguamente era muy buscada
para el tratamiento de las
enfermedades venéreas, de la gota, de
los reúmas y de las enfermedades óseas.
Es incontestable la
virtud rubefaciente y vesicante de sus hojas frescas. Aprovechándose de estas facultades, los mendigos usaban de ella en otros tiempos para producirse mancillas o llagas que luego exponían a la conmiseración publica.
Se recolectan sus sumidades
en la época de plena floración
y se dejan secar. Una vez secas se conservan en sobre cerrado.
La medicina popular emplea la
decocción en compresas sobre las
heridas supurantes y las úlceras. Al secarse la clemátide pierde casi por completo la condición toxica.
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