Ursula Langellotti

Endrino – Prunus spinosa

 

Se le conoce desde la antigüedad como planta medicinal y alimenticia. Se han llegado a encontrar huesos de endrina entre los restos de ciudades lacustres del neolítico.

Con fines medicinales se recolectan los flores, que se ponen a secar con precaución, disponiéndolas en capas finas.

También se recolectan los frutos bien madurados y hasta algo pasados, tras la llegada de las primeras heladas.

Las flores contienen glucósidos, taninos, azúcar, pigmentos y vitamina C.

Son ante todo diuréticas, y se preparan en infusión a razón de 2 cucharaditas de flores secas por una taza de agua, para tomarlo dos veces al día.

Los frutos contienen sobre todo taninos y ácidos orgánicos. Secos son astringentes. Se emplean contra las afecciones de la vejiga y de las vías urinarias.

Los frutos frescos sirven para la fabricación de jugos, jarabes, vino de endrino y pacharán.

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