Álamo negro – Populus nigra
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La medicina utiliza las yemas, que se recolectan en primavera, cuando todavía se hallan cerradas y rodeadas de escamas viscosas. Es preferible proceder a esta recolección en los árboles caídos o abatidos. Se deben
secar las yemas rápidamente, preferentemente en secadero. Se conservan dentro de
recipientes cerrados. Son altamente
desinfectantes y diuréticos; su eficacia contra los catarros de las vías
respiratorias superiores es asimismo reconocida.
Reducen el contenido de
urea en la sangre y alivian los dolores articulares de origen reumático. Se emplean
en infusiones a razón de 1 a 2 cucharaditas machacadas por cada ¼ l. de agua, para tomarlo en dos
veces.
Un ungüento hecho con brotes frescos o secos, o
también con la corteza, fresca o
seca, de las ramitas jóvenes, es eficaz contra las dermitis, las hemorroides,
los dolores de la gota y los reumas. |