Diente de león – Taraxacum officinale
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A
principios de la primavera
aparecen los bohordos florales terminados en cabezuelas amarillas formadas
exclusivamente por lígulas. Tras su floración la cabezuela se transforma en
una esfera de aquenios con copete. Toda la planta está recorrida por
lactíferos con un latex blanco no tóxico.
Desde siempre el diente de
león se ha venido utilizando para los cuidados oculares,
de donde le viene
su nombre genérico: taraxis, que
quiere decir inflamación ocular.
Las hojas y flores se recogen para las curas
depurativas de primavera. Sobre todo las raíces. La raíz y el
tallo son productos amargos, estomacales, estimulantes de las secreciones
gástricas y de acción colagoga. Las hojas
jóvenes y frescas son ricas en vitamina C y se consumen en ensaladas.
Las flores contienen carotenoides y triterpenos.
Confitadas en azúcar alivian la tos, aunque no pueden sustituir a la
auténtica miel, cuyos efectos son mucho más concluyentes. |