Cuando ya se han marchitado las flores, salen unas hojas lisas y trilohiladas. Estas hojas, que recuerdan vagamente la forma de un hígado, han impuesto su nombre a todo el género: hepar = higado.

Sus frutos son aquenios.

Para usar en medicina se recolectan sus hojas, cortándolas delicadamente para no dañar toda la planta. Se ponen a secar a la sombra.

Actúan sobre las funciones del aparato excretor, disuelven los cálculos biliares y son altamente diuréticas.

La medicina popular las emplea también contra los cólicos biliares y hepáticos.

Para ello, prepara una decocción a razón de 2 g. de hojas cortadas por cada taza de agua, a consumir 2 ó 3 veces al día.

La decocción de hojas secas sirve como gargarismo en caso de inflamación de las mucosas bucales.

No se debe utilizar la hepática sin prescripción médica.