Escaramujo – Rosal silvestre – Rosa canina
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Ya el hombre prehistórico conocía esta especie,
como lo demuestran los restos encontrados en las cercanías de las ciudades
lacustres. Los escaramujos siguen siendo aprovechados aún en nuestros días.
Se
ponen a secar en capas finas, a ser posible en secadero a 35 grados como
máximo.
Los frutos secos contienen
hasta 1% de vitamina C, carotenos, complejo vitamínico B , azúcares,
pectinas, taninos...
Los aquenios son ricos en
aceite. Se emplean sobre todo en forma de tisana, la cual tiene un efecto
preventivo, pues aumenta la resistencia del organismo frente a las
enfermedades y a las epidemias. Al
mismo tiempo favorece los procesos enzimáticos, estimula la hematopoyesis y ejerce un ligero efecto diurético y
laxante.
Se trata de un excelente
reconstituyente para los convalecientes y combate con eficacia los
resfriados.
La infusión debe prepararse por maceración en frio
de los escaramujos machacados sin sus aquenios, y no por ebullición
prolongada. En
cuanto a la decocción es hemostática y
útil contra la gingivitis. También alivia los dolores dentarios.
Los escaramujos frescos se utilizan en mermeladas
y vinos medicinales. |